HÉCATE

HÉCATE
HÉCATE ...... antigua Diosa Madre que quedó relegada a los aspectos oscuros, subterráneos; Diosa de lo oculto, de la sombra, de las encrucijadas, del nacimiento y de la muerte, del renacimiento y de la transformación,... Sabia e intuitiva, la persona conecta con ella en aquel momento de su vida en el que se siente incompleta pues ha obviado su sombra, en pos de tener una apariencia y forma de ser socialmente aceptable, pues es lo que se espera de ella,.. lo cual la convierte en una especie de fantasma, ya que está físicamente y mentalmente presente, pero emocional y espiritualmente vacía.... ausente, en ciertos casos siempre rebelándose sin tregua ( lo que también es una forma constante de tener fijación por las reglas establecidas), sin saber verdaderamente quién es, le ocurre por haber renegado de esa parte tan necesaria, que debemos de complementar con nuestra luz. La mujer busca su Naturaleza Salvaje de manera instintiva en algún momento de su existencia, se busca a sí misma,.. y en muchas ocasiones, se encuentra. Y es allí donde aparece el arquetipo de Hécate, que la guía mostrándole el camino a seguir, no exento de recovecos a superar,... para finalmente hallarse.

domingo, 8 de agosto de 2010

PERSÉFONE



También fue Diosa del Inframundo, al ser raptada por Hades (Dios de los Infiernos), el cual se encaprichó de ella, llevandosela con él, despojándola de toda voluntad, ... voluntad que realmente casi nunca ejerció debido a la sobre protección de su madre. El hecho de caer al vacío del submundo de la psique, hizo que, con una gran conciencia por su parte, pudiese evolucionar y madurar. Primero se la conoce como la inocente virginal doncella (Kore) y más adelante como Diosa, es decir, una transformación que tiene dos caras, pero se la conoce como una sola deidad.






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"...aquellos que realmente deseen comprender, que tratan de descubrir lo que es eterno, sin principio y sin fin, marcharán juntos con mayor intensidad y serán un peligro para todo lo que no es esencial, para las irrealidades, para las sombras. Y ellos se reunirán, y se volverán la llama porque habrán comprendido..." Krishnamurti



EL MITO DE PERSÉFONE

Pasó de ser doncella sobre protegida por su madre a ser una mujer consciente de su poder y sabiduría interior. Para ello tuvo que desobedecer a su progenitora, a todo aquello que la sociedad le había deparado, supo dar un giro hacia su propia capacidad de decidir; sin ser del todo conocedora del riesgo que esto le iba a comportar. Decidió dejarse deslizar por el tobogán de la incertidumbre antes que tener que jugar a ras del suelo firme sin ni siquiera arrugarse la ropa.

Su naturaleza instintiva salvaje la llevó a conocer el inframundo, en dónde al relacionarse con el subconsciente, supo encontrar la fuerza necesaria para recuperar el sentido y el equilibrio de su vida.

Hay mujeres Perséfone que pese a todo lo que ello conlleva, prefieren permanecer en el estado de eterna adolescencia, con apariencia dócil, bella, sin metas ni objetivos claros, .. ya que esto les supone ser mucho más cómodo que realizar un cambio significativo en sus vidas. Además cuenta con que a muchos hombres les resulta muy atractivo el arquetipo de la "mujer-lolita", ya que buscan que esta aparente ser manejable, inocente, desprotegida y sin poder de decisión importante ni de ningún tipo.

En el caso del mito, ella evoluciona en todos los niveles a raíz de aceptar y enfrentarse a los retos de la vida desde la posición de su propia valía, por lo que más adelante se convierte en la guía de otras mujeres que comienzan con el despertar de su propia diosa interior.



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CUENTO CRECIENTE: "LA MÁGICA COLINA"


-¡Cariño,.. la cena está casi a punto!

Mi madre se acercó a mi habitación con el propósito de experimentar el tacto de mis suaves cabellos castaños entre sus manos, mientras yo jugaba con mi casita de muñecas.

-Mi dulce y querida niña, eres mi joya y siempre estaré a tu lado para protegerte. Sabes que junto a mi, nunca te va a suceder nada malo -dijo mientras apoyaba sus suaves labios sobre mi adolescente frente.

-Mami, ¿Qué de malo puede pasarme?. Tú siempre dices que la vida es muy bella y que debería de preservar todo aquello que nos rodea, ya que nos hace sentirnos dichosos, y que somos inmensamente afortunadas de contar con el manto protector de la Madre Naturaleza. Por lo que no comprendo tus miedos, si todo es tan bonito, si nuestra vida, dices, que es feliz así. ¿Que es esa maldad, mamá?

-Köre, mi princesita, mientras yo pueda no conocerás tal sensación, ni dentro de tí ni de nadie que pudiese utilizarlo en contra tuya. Es por ello por lo que siempre que sales a jugar al campo, te tengo prohibido que subas a la solitaria colina, te obligo a que no desobedezcas a tu madre y te suplico que, te sepas comportar de la manera que yo te digo. Y sólo así tu existencia en este lugar será aceptablemente dichosa.

Desde mi bucólica casa se observaba toda la pradera, en el que yo disfrutaba de la compañía de mis amigas, las amigas que mi madre me había seleccionado; me dedicaba a admirar la belleza de las flores, conocía todas la plantas, las hierbas medicinales, sus utilidades, respiraba aire sano y puro,.... pero nunca pude ir hacia allí, hacia la enigmática colina.

Era realmente muy hermoso el gesto de observarla, sobre todo durante las puestas de Sol, estaba totalmente atractiva con el halo rojizo sobre ella, como santificándola; o cuando algunas noches la Luna se desplazaba hasta esconderse tras de ella. Me parecía como una señal, que me estuvo invitando a desplazarme a sus lomos y buscar su punto álgido. Algo tan bello debía ser digno de ser explorado por mi, al igual que el astro rey y la blanca esfera de los cielos, ya que llegaban hasta ella, reposaban en su contorno, y más tarde o más temprano, siempre regresaban,.... yo también podía hacerlo. ¡Quería hacerlo!

Pero,... y mi madre, jamás me lo iba a permitir. Y si... y si yo lo hiciese a escondidas,.. jamás me lo perdonaría, sería como traicionarla; ya no sería tan buena conmigo, ni me defendería, ni me protegería, ni me cuidaría y mi vida podría llegar a ser catastrófica sin su ayuda.

Me fui hacia la cocina, allí mi mami se esmeraba en que todo estuviese perfecto, al gusto de toda la familia, siempre nos decía lo mucho que se sacrificaba por todos, pero todo ello le compensaba con tal de vernos contentos. Y yo,... que hace algún tiempo ya que me cuestiono sus buenas intenciones, creo que sigo siendo su obediente hijita, que no he llegado a crecer para que ella pueda seguir interpretando el papel que más le gusta, el único que le sale bien, por el cual es admirada por toda la gente que la conoce, por el cual ella presume de todo lo que hace, hacemos, va, vamos o viene, venimos: el rol de "Mater Amatíssima". No me está protegiendo sólo a mi, ese afán protector desmesurado de sentirse imprescindible, lo está haciendo ¡por ella!. Y lo cierto es que es no consigue que yo me sienta jubilosa por ello, si no todo lo contrario. No tengo poder sobre mi propia vida, sobre mis propias aficiones, sobre mi propio destino ... ¡qué angustia!

-Mamá, todavía no ha anochecido y he pensado en ir junto al arroyo a traerte unos narcisos de increíble tamaño que descubrí la semana pasada en un lugar cercano. De esta manera adornaremos la mesa y seguro que tu cena nos va a gustar más,.. porque te lo mereces.

-Pero es muy tarde,.. y si...

-No va a pasarme nada, la Luna está en cuarto creciente, casi plena, ella me iluminará y llenará de luz mi camino de regreso a casa, prometo no tardar. No te preocupes.

-¡No vayas!...¡Y los peligros!

-Debo de hacerlo,.. lo voy a hacer.

-¡Köre, Köre,..vuelve! ¡Te lo ordeno! -me dijo.


Me fui.


Mis pulmones inhalaban más aire de lo acostumbrado, mis fosas nasales se expandieron más, llegué a percibir aromas nuevos, mi paso se volvió firme y seguro, mi cuerpo se extendía verticalmente, mi corazón trotaba fuerte,... y mis expectativas más fuertemente todavía.

Allí estaba imponente ante mis brillantes ojos, la colina, la cual comencé a disfrutar por el sendero en sentido ascendente, cuando de pronto sentí que mis pasos no tocaban tierra, fue como si el camino pedregoso se hubiera abierto a mi paso para engullirme en las entrañas del montículo para siempre. Comprendí que caí en una trampa para animales, sentí que me empujaron de manera deliberada; aquel hombre me golpeó varias veces con una gran rama, me hizo daño; solamente paró cuando se dio cuenta que yo era doncella. Sentí su ¿maldad?,.. sí.. la maldad.


-No voy a matarte, pero has venido a mí, a mi propiedad y ahora serás mía.

Me mantuvo raptada tanto tiempo que perdí la noción del mismo, al principio me poseía carnalmente en contra de mis deseos, pero poco a poco aprendí a amarlo tal y como era (siempre haciendo un gran esfuerzo para ello). Y la relación entre ambos se transformó, él me enseñó muchas utilidades nuevas para mi sobre la vida en aquel inhóspito lugar, aunque la mayor parte del día la pasábamos en nuestro refugio, que era una cueva subterránea muy oscura; me sorprendí a mi misma aprendiendo el arte del autoconocimiento, empecé a saber como era yo misma en esencia, a desenvolverme casi a ciegas, a no temer, a que realmente no era tan extremadamente dañino todo aquello de lo que mi madre me apartaba "por mi bien"... y esto lo conseguí desarrollando mi intuición, la cual adormecía, junto con mi instinto, de manera cómoda cual bella durmiente.

Y todo este potencial innato en mi Ser lo pude despertar gracias a una anciana que convivía con nosotros, ella solía decir que era "La Madre de lo Oscuro" y "La Señora del Inframundo y de las Encrucijadas". Se definía a sí misma como una Diosa, y acabé apreciándola como tal, sabia e intuitiva, siempre acompañada por su majestuosa lechuza. Me dio siempre muy buenos consejos, sin ser nada autoritaria, me hizo crecer dándome el alimento del conocimiento, sobre todo femenino, y la espiritualidad necesaria para ello, a la vez que supe vivir de manera intensa la experiencia del momento; no tuvo ninguna necesidad de podar mis ramas y manipular mis raíces para que yo permaneciese siempre pequeñita y domesticada. Tanto me hizo reflexionar y madurar que me convirtió en una hermosa mariposa, cuando antes no pasaba ni de crisálida; llegando hasta el punto que la vida en la colina se me quedó angosta, sentí que ahora ya no tenía suficiente, tuve que buscar el momento del cambio, del riesgo y quise ¡VOLAR!.


-Intuyo que tu madre -me dijo Hécate -te echa mucho de menos, está muy abatida, deprimida. Te sugiero que te cuestiones si deberías de ir a verla a la mínima oportunidad que tengas, y de que te escapes de la posesión de este hombre, al que ahora crees que amas tanto, pero yo te confirmo que lo haces porque de él ha dependido en gran parte tu supervivencia, además de que es al único que has conocido íntimamente. Ve a verla, y luego, si así lo deseas, vuelve. Yo siempre estaré aquí para velar por ti si alguna que otra vez desciendes a los infiernos tenebrosos de la humanidad. ¿Estás de acuerdo, Köre?

-Creo que va siendo hora de regresar -asentí con la cabeza - ahora que he cambiado mi manera de ser también quiero dejar de apodarme "Köre", he evolucionado y estoy deseando utilizar mi verdadero nombre, ya casi olvidado, que es con el que me siento profundamente identificada, que es el que me atrae poderosamente, me gusta y resuena a Diosa.

-Siempre he sabido cuál era tu genuino nombre, y tu madre también tiene un nombre especial. Con todas las potencialidades que se te están afianzando, con el paso del tiempo, enseñarás a otras mujeres jovencitas y no tan jóvenes, a seguir su camino en la vida, serás la antorcha que las ilumine en los momentos de zozobra y pérdida. Te vas a convertir en toda una fuente de sabiduría de la que manará toda tu gran capacidad de amar, y es así, como nunca más vas a tener tanto miedo de los peligros que siempre nos están acechando, pues sabrás desenvolverte en estos dos mundos que ahora ya conoces. Pero para la obtención de este gran saber, tuviste en su momento el gran valor de arriesgar, de desafiar sin dramatismos a las personas que ejercían un exceso de control sobre ti. Y llegas a estar ahora ya en este punto como Sanadora, ...pero no es suficiente.


-¿Por qué?

-Por que nunca has sido capaz de tomar decisiones por ti misma, exceptuando aquel momento de impulso sano, a juzgar por este resultado, que fue cuando subiste aquí. Siempre has estado bajo la supervisión a veces sutil, otras veces no tanto, de tu madre. Nunca has puesto en práctica tu poder de elección ni de desenvolvimiento propio ante el mundo. -Dijo Hécate -Ahora podrás comprobarlo si decides emigrar de aquí, si decides después volver, si decides volar, si decides arriesgar, si decides amar, si decides recibir amor,..... en definitiva, si decides ¡VIVIR!


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.... Y ahora que ya estoy llegando a la campestre casa, estoy segura de que mi madre me va a rechazar al principio, ya que la situación con respecto a mi existencia no se ha producido como ella se había propuesto, pero después, con paciencia y tiempo, se alegrará mucho que haberme recuperado y de que yo esté a su lado de alguna manera. ¿Qué habrá aprendido ella de todo esto?.

Sé que todo ya no será igual que antes, la desafié a ella y a mi destino.

Y yo ya no soy la misma de antaño, mi querida mami, ahora SOY YO.

Tu ya no tan niña, SOY PERSÉFONE.




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Texto de Luisa B.